Se trata de un método patentado a nivel mundial para incorporar cascarilla de arroz en todo tipo de compuestos termoplásticos (y en elevados porcentajes, hasta un 85% o más!).
Hoy ya se empieza a vislumbrar el agotamiento de una serie de RECURSOS NATURALES y de COMBUSTIBLES SÓLIDOS.
La mayoría de los plásticos son materiales sintéticos obtenidos de derivados del petróleo y de otras sustancias naturales y con una gran resistencia a la degradación ambiental.
Es necesaria y urgente la búsqueda de maneras de ayudas a disminuir el uso de estos recursos, a la reducción de la producción de residuos y a limitar el consumo de energía.
El mundo está cambiando y el mercado del plástico con él, y los consumidores piden productos hechos con materiales que tengan el atributo de SOSTENIBLE.
Es necesaria y urgente la búsqueda de maneras de ayudar a disminuir el uso de estos recursos, a la reducción de la producción de residuos y a limitar el consumo de energía.
El mundo está cambiando y el mercado del plástico con él y los consumidores piden productos hechos con materiales que tengan el atributo de SOSTENIBLE.
Es el caso de este nuevo material que incorpora cascarilla de arroz.
El arroz es el segundo cereal más cultivado en el mundo, después del maíz.
El planeta dedica 162,3 millones de hectáreas a su cultivo.
La producción de arroz suma más de 800 millones de toneladas.
Es la base de la alimentación en muchas regiones del mundo.
Los países más poblados, China e India, y aquellos donde aumenta más deprisa el número de habitantes, como Nigeria, figuran entre los principales productores.
Pero… Tenemos un problema
El arroz que comemos está desnudo. La cáscara que recubre la semilla, que supone sólo un 20% de su peso y que es fundamental en la medida en la que protege a esta durante su crecimiento…
Si cada año se producen 800 millones de toneladas de arroz y la cáscara que lo recubre es indigerible…
Estamos ante cantidades ingentes de uno de los mayores subproductos agroindustriales del mundo.
¡Hablamos de 160.000.000.000 de kilos!
La cascarilla del arroz, se compone de sílice en un 15% -presente en muchos vegetales para aumentar su resistencia- y de un 85% de material orgánico (celulosa, lignina, D-Xilosa y una pequeña proporción de D-Galactosa).
Una de sus pocas salidas actuales es la combustión para producir ceniza de cáscara de arroz (RHA). La mayor parte de esta ceniza se utiliza en la producción de cemento Portland.
Aportar la cascarilla de arroz en la inyección de termoplásticos, abre una nueva puerta a su consumo, reduciendo los termoplásticos y dando salida a este subproducto.
Además Oryzite…